miércoles, 7 de mayo de 2008

Me habian dicho que retroceder a veces era avanzar y no. Tal vez nunca más en mi vida quiera dar un paso para atrás. No voy a decir que lo que pasó pasó, porque lo que pasó, muchas veces sigue pasando. Si el tiempo no cura las heridas, el cansancio se encarga de cicatrizarlas. No hablo de resignación, hablo de dejar que todo fluya, porque a veces nosotros somos nuestro propio laberinto.

No hay comentarios: